La Quimera de Arezzo

Uno de los ejemplos más impresionantes del arte etrusco es la Quimera de Arezzo, en el Museo Arqueológico Nacional de Florencia. Esta estatua de bronce fue encontrada en 1553 en los alrededores de la ciudad toscana de Arezzo.

En la mitología griega, la quimera es un híbrido de león, serpiente y cabra (chímaira significa cabra en griego). La forma exacta varía en las fuentes literarias.  

La Quimera de Arezzo tiene cuerpo y cabeza de león, con una cabeza de cabra que sale del cuerpo. La cola, a su vez, es una serpiente. La Quimera era un monstruo que escupía fuego y que, según se dice, campaba a sus anchas por Licia, en Asia Menor, hasta que el héroe Belerofonte consiguió matarla con la ayuda de Pegaso, el caballo alado. La escultura conservada en Florencia, de unos 80 cm de altura, pertenecía posiblemente a un grupo con Belerofonte y Pegaso. En cualquier caso, aquí se representa su agonía. Tiene varias heridas en el cuerpo y la cabeza de la cabra parece inclinarse hacia un lado, ya moribunda.    

La figura era probablemente un exvoto a Tinia, el dios etrusco del cielo, del rayo y de la luz, a quien los romanos identificaban con su dios principal, Júpiter. El donante hizo colocar una inscripción en la pata delantera derecha de la quimera, que hoy suele leerse como TINSCVIL = regalo a Tinia.

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